
Será la primera vez en la historia que el coro se abra al público. Desde que Patrimonio Nacional adquiriera el inmueble, han sido numerosas las actuaciones llevadas a cabo con el fin de recuperar este espacio y hacerlo visitable.
A través de sus finas tallas, repletas de simbología, la madera no solo advierte sobre las consecuencias del pecado, sino que también pretende acercar al pueblo cosas… más terrenales.
El coro podrá visitarse con o sin guía, aunque nunca podrán acceder a él más de veinte personas a la vez: una medida para preservar esta obra maestra del siglo XVI pero, también, para una experiencia más íntima e intimista.