La región portuguesa del Alentejo es la única de toda la Península Ibérica que no ha registrado fallecimientos por el coronavirus. Según los últimos datos facilitados por el Servicio Nacional de Salud (SNS, por sus siglas en portugués) la región, limítrofe con Extremadura, ha registrado un total acumulado de 139 casos desde el inicio de la crisis sanitaria, pero no ha contabilizado ningún fallecido.
Los datos del Alentejo suponen una excepción en Portugal, donde se han producido hasta el momento 16.585 casos confirmados y han fallecido 504 personas. La región alentejana es la que tiene el menor número de casos contabilizados en Portugal continental, con 139 casos por los 279 del Algarve, los 2.426 de la región Centro, los 3.841 de la zona de Lisboa y los 9.747 del Norte del país. En las islas portuguesas la penetración del virus ha sido desigual, ya que mientras que Azores acumula 94 casos y 4 fallecimientos, en Madeira hay 59 casos, pero afortunadamente no se han producido muertes.
Con respecto a las zonas más cercanas a Extremadura dentro del Alentejo, la ciudad de Elvas únicamente ha registrado 4 casos, por los 21 de Évora o los 22 de Moura.
Los datos del coronavirus en Portugal ocupan titulares en la prensa nacional e internacional, ya que las cifras muestran un avance del virus más controlado que en otros países europeos. Las medidas tomadas por Portugal son similares a las del resto de la Unión, pero se han llevado a cabo cuando la pandemia aún no había golpeado al país con toda su dureza. En el país vecino, el Estado de Alerta se delcaró el 13 de marzo, un día antes que en España. Sin embargo, el número de casos registrados entonces en Portugal, 112, era mucho menor que en España. que ya superaba los 6.000 contagios.
La dispersión geográfica de los núcleos urbanos en Portugal también podría haber contribuido a frenar la cruva de expansión del virus. Además, hay que recordar que las fronteras entre España y Portugal permanecen cerradas, al menos hasta el 26 de abril, y por ellas solo pueden transitar camiones con mercancías, trabajadores transfronterizos, nacionales y personas particulares en casos de extrema necesidad.
Más de 500 fallecidos
Portugal registra este domingo 504 fallecidos y 16.585 contagios por coronavirus, que se propaga con mayor lentitud que en los últimos días, según los últimos datos divulgados por las autoridades. En las últimas 24 horas, se contaron 34 muertes más y 598 nuevos infectados, lo que supone un incremento del 3,7 % con respecto al sábado. Se mantiene así la desaceleración de la curva de contagios vista ya ayer sábado, cuando los casos también subieron alrededor de un 3%, tras la subida del 11% vista el viernes, que disparó la alarma de las autoridades.
En la conferencia diaria de balance del COVID-19, en la que se presentan los datos de la Dirección General de Salud (DGS), la ministra de Sanidad, Marta Temido, fue sin embargo prudente a la hora de interpretar estas cifras como indicativo de una tendencia de reducción. Por lo mismo, descartó poner fechas para un eventual regreso a la "vida normal". "Las previsiones que nos gustaría hacer sobre nuestro futuro están caracterizadas por una gran incertidumbre", advirtió Temido, que subrayó que "lo que enfrentamos es nuevo y tiene una evolución aún muy desconocida" como para hablar de calendarios.
Mientras, continúan haciendo test para conocer la extensión del contagio, apuntó la ministra, que dijo que en promedio se realizan 9.100 test diarios de COVID-19 en Portugal, un país con 10 millones de habitantes. También repasó datos sobre llegada de material, indicando que la entrega de 508 respiradores que tendrían que haber llegado al país a finales de la semana pasada ha acabado por atrasarse ocho días por cambios en la regulación de transportes en China.
A pesar de la aparente desaceleración de la curva de contagios y fallecidos, que no suelen ser más de 30 diarios, el presidente de Portugal propondrá la próxima semana extender al menos hasta el 1 de mayo el estado de emergencia que rige en el país. Se trata de mantener el esfuerzo de recogimiento en casa durante todo abril para tratar de realizar las primeras aperturas de actividad en mayo, han explicado las autoridades, especialmente preocupadas con el efecto que la Pascua podía traer en el hasta ahora cumplimiento generalizado de las restricciones por parte de los ciudadanos.
Para evitar un nuevo pico, prohibieron desde el pasado jueves y hasta el lunes que los ciudadanos se desplacen fuera del municipio de residencia a menos que se disponga de una justificación laboral, algo que controlan cerca de 35.000 agentes de la Guardia Nacional Republicana (GNR) y la Policía de Seguridad Pública (PSP). Además, durante estos cinco días están cerrados al tráfico de pasajeros todos los aeropuertos del país.
Los portugueses se encuentran actualmente bajo un "deber de recogimiento general", para permanecer en su residencia salvo en las excepciones incluidas en la ley -como comprar bienes esenciales o hacer deporte al aire libre-, pero solo hay sanciones para los enfermos o casos sospechosos de coronavirus que se salten el confinamiento. Un deber respetado por la gran mayoría de ciudadanos durante la segunda quincena de marzo, aunque en los primeros días de este mes, y ante la sucesión de noticias sobre la inminente estabilización de la curva, empieza a quebrarse, dejando ver calles más concurridas.
Texto: Redacción/EFE. Foto: EFE