La mayoría de las cocinas en nuestro país son de gas. Un estudio señala, además, que el 85% de ellas supera los niveles de exposición al dióxido de nitrógeno establecidos por la Organización Mundial de Salud.
Paz Serra, coordinadora de proyectos de la Federación de Consumidores y Usuarios, CECU, ha alertado en el programa informativo matinal de Canal Extremadura, 'Ahora Extremadura', sobre la "naturaleza invisible" de la contaminación interna y exige mayor información para los consumidores.
La portavoz de CECU ha detallado que cocinar con gas libera sustancias contaminantes como el dióxido de nitrógeno y que, actualmente, no hay etiquetado ecológico ni información suficiente para los consumidores. Paz Serra ha enfatizado en la necesidad de que este tipo de cocinas lleven un etiquetado similar al de otros electrodomésticos, para poder comparar qué impacto tiene cocinar con gas o cocinar con una placa eléctrica.
Los riesgos de salud asociados a la cocina con gas incluyen asma infantil y, potencialmente, efectos en el desarrollo neurológico de los niños, así como impactos en los adultos, provocando problemas respiratorios y del sistema nervioso. Según CECU, hasta 700.000 niños en la UE podrían haber sufrido síntomas de asma el año pasado debido al uso de estas cocinas.
Serra apunta que, aunque las cocinas de gas están causando contaminación interna, no existe una normativa que controle la calidad del aire en interiores de manera similar a como se hace con el aire exterior. Destaca que "ninguna de las cocinas de los hogares con cocina eléctrica superaba estos límites de dióxido de nitrógeno".
Además, una encuesta realizada por CECU sugiere que entre el 58% y el 74% de los usuarios cambiarían su cocina de gas si estuvieran al tanto de los riesgos a la salud. Para facilitar la transición a cocinas eléctricas, Serra sugiere apoyo económico para las familias que lo necesiten. Añade que medidas típicas de ventilación, como las campanas extractoras, son insuficientes puesto que "no eliminan el dióxido de nitrógeno".