Es bien sabido que a todo medicamento le acompaña una amplia hoja con indicaciones para su consumo o reacciones detectadas. El tradicional documento sirve a la vez a la industria procura incorporar todas las advertencias legales y técnicas para frente a cualquier problema secundario y a los consumidores a informarse de ellos antes de ingerir los fármacos.
Pero el célebre prospecto en papel comenzará a perder importancia a partir del 1 de enero del año que viene. Y es que, según nos ha explicado el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, "los prospectos son muy largos. complicados de leer, tienen letra pequeña... y para nuestros mayores también es complicado".
Por ese motivo, la Agencia Española del Medicamento ha dispuesto todo para que el 2022 arranque con una prueba piloto de dos años que podría ser el primer paso para su desaparición. El papel será sustituido por códigos QR al que podremos acceder con nuestro teléfono móvil.
Así "podremos ampliar la letra y será más fácil", asegura Venegas, que también ha lanzado una propuesta: "Lo ideal sería que tuvieran dos versiones. Una reducida con los efectos secundarios y otras más extendida, reflejo de la ficha técnica", ha dicho el farmacéutico.
De momento, el testeo arranca con casi medio centenar de productos y en los hospitales. Más tarde llegaría a las farmacias y nuestra región ha vuelto a ofrecerse para la prueba piloto, según ha avanzado Venegas. "En Extremadura, una vez más, nos mostraremos capaces de hacer ese piloto. Nos ofreceremos al ministerio para que se puedan hacer las pruebas de legibilidad, comportamiento y de accesibilidad", ha explicado.
De tal manera, asegura, si "una vez llegada a la conclusión de que es más fácil, es más económico, ecológico y de que es más aprovechable ese formato en código QR", se podría extender a todos los medicamentos.