5 Octubre 2020, 18:33
Actualizado 5 Octubre 2020, 18:37

La atrofia muscular espinar es una enfermedad rara que ataca a las neuronas encargadas de la actividad motora. Afecta a niños pequeños y, de no tratarse antes de los dos años, el desarrollo de la enfermedad puede terminar con la muerte del paciente. 

En Extremadura hay cuatro casos diagnosticados. Alberto con cinco años es uno de ellos. Los síntomas comenzaron apenas 20 días después de nacer pero no fue diagnosticado hasta los diez meses de vida. Un año después su padres consiguieron un tratamiento para esta enfermedad irreversible y que ofrece una muy corta esperanza de vida a los afectados.

A día de hoy existen estudios que están dando resultados satisfactorios en la lucha contra esta enfermedad. Ya existen tratamientos que consiguen mejorar no solo la calidad de vida sino también su supervivencia.

 

 

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El COVID-19 deja sin terapias a muchos niños con enfermedades raras