Dos hospitales extremeños y el Banco de Sangre de esta comunidad autónoma han elaborado un protocolo para utilizar plasma extraído a personas recuperados del COVID-19 para tratar a pacientes aún positivos por el coronavirus. Dicho tratamiento surge de un protocolo impulsado por el Hospital Universitario de Badajoz y Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, junto al Banco de Sangre de Extremadura, según ha explicado a EFE el director de esta última entidad, José María Brull.
El denominado "plasma de convalecientes" es obtenido a través de donaciones de sangre a pacientes de COVID-19 ya curados que son sometidas a un proceso de aféresis, que permite obtener el citado plasma y devuelve al donante los demás componentes sanguíneos (hematíes, plaquetas y leucocitos). Se trata de una donación que tiene una duración de entre una hora y una hora y media, y cuyo plasma extraído permite realizar transferencias a dos o tres enfermos.
Ya se realiza en China o Italia
Este tratamiento, que ante el COVID-19 ya se realiza en China, Italia y otras comunidades autónomas españolas, exige que el donante haya pasado 14 días sin ninguna sintomatología y haya dado negativo en dos ocasiones en las pruebas de determinación (PCR). A la espera de una vacuna frente al coronavirus, este tratamiento puede ayudar a recuperar a los pacientes, "muy especialmente a los que están en las primeras fases de la enfermedad, frenando su evolución a formas más graves".
"Hay que adoptar este tratamiento con prudencia", ha remarcado Brull, quien, no obstante, ha apuntado que ya se ha comprobado que el paciente registra "una mejoría sensible" ante el COVID-19. De hecho, este tipo de tratamiento con "plasma de convaleciente" ya resultó también efectiva en pacientes afectados por otros coronavirus, como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS) y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS). Por contra, "no funcionó contra el ébola", ha precisado.
Brull ha explicado que el daño del COVID-19 en las personas contagiadas "no es por el propio virus, sino por la reacción -descontrolada- del sistema inmunológico del organismo". Personal sanitario, efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Cáceres que resultaron infectados y que ya están recuperados han sido los primeros voluntarios para donar, ha apuntado Brull.