20 Abril 2021, 8:45
Actualizado 20 Abril 2021, 21:01

Los extremeños que trabajan en Israel o Gibraltar celebran la vida sin mascarilla. Son los dos primeros lugares dónde se permite no llevar esta protección en espacios abiertos porque más de la mitad de la población está completamente vacunada. Aquí en España, un año después de su uso obligatorio, habrá que esperar para tenerla solo en sitios cerrados.

La mascarilla forma parte obligada de nuestra vida desde hace un año en España y pocos se plantean desprenderse de ella a corto plazo..

Se aproxima el futuro en el que volvamos a vernos completamente las caras y a respirar cuando se alcance la inmunidad deseada. Esa sensación ya la tienen los extremeños que trabajan en Israel o Gibraltar dónde desde el domingo no hay que llevar mascarilla en espacios abiertos.

Ángel de Lorenzo, ingeniero pacense, llegó el 1 de abril a Tel Aviv. Tuvo que hacer cuarentena 10 días y 36 horas después tenía ya la primera dosis de Pfizer. Ahora vive en Haifa, al norte del país. "Las calles y las playas estaban atestadas con más de 30 grados.

 Israelíes sin mascarillas en el mercado Mahane Yehuda en Jerusalén, 18 de abril de 2021.
 Israelíes sin mascarillas en el mercado Mahane Yehuda en Jerusalén, 18 de abril de 2021 | EFE

Hay una sensación de libertad, de alegría, de empezar a ver el final de la pesadilla y de sonrisas sin esconderse". Una sensación tan placentera como extraña: "La gente se siente como si hubiera viajado al futuro seis meses"

"La gente se siente como si hubiera viajado al futuro seis meses"

Y no del todo pero si gran parte del día, Manuel Romero puede quitarse la mascarilla. Este ingeniero de Quintana de La Serena, vive en La Línea de la Concepción y trabaja en Gibraltar. "Me pongo la mascarilla, voy andando hasta la frontera, y cuando paso la frontera me la quito y respiro", nos cuenta.

"Se notaba uno raro y notas como que a la gente también le falta algo"

Aún así, reconoce que fue extraño caminar sin mascarilla por el Peñón: "Se notaba uno raro y notas como que a la gente también le falta algo, pero al final te acostumbras". A no llevar mascarilla y al resto de la normalidad, con bares, restaurantes y comercios abierto y funcionando como antes de que la pandemia nos cambiara la vida.

Una pareja camina sin mascarilla por las calles de Gibraltar a finales de marzo | EFE
Una pareja camina sin mascarilla por las calles de Gibraltar a finales de marzo | EFE

Ahora miran a España con la esperanza de que la vuelta a las sonrisas sin mascarillas en nuestro país este cada vez más cerca.