12 Mayo 2024, 13:18
Actualizado 12 Mayo 2024, 14:42

Acostumbrarse a vivir con dolor a diario es lo que padecen las 30.000 personas afectadas por fibromialgia en la región. Es una enfermedad que también va unida a la sensibilidad química crónica, la fatiga crónica y el dolor crónico. A eso, se une la dificultad para diagnosticarlo, sobre todo hace unos años. 

"De pequeña iba al cole, y venía llorando de los dolores, el médico decía que se quitaba al crecer, y luego que al tener hijos, pero no se me quitó nunca", nos confiesa Ana María Núñez. 

Ana se ha pasado días llorando de dolor, al igual que Mari Carmen. Para ellas la rutina de cada día comienza por ser capaz de levantarse, y siempre con medicación que les ayude a tirar de su cuerpo."Tomo Tromador por la mañana, para afrontar la mañana, es un opiaceo, se crea dependencia, pero sin esos calmantes no podemos estar, porque el dolor te come y eso no es vida", nos cuenta María del Carmen Antúnez. 

Y que no te comprendan es un sufrimiento añadido. Ocurre en el entorno inmediato, pero también en la propia sanidad y la administración. Hasta ahora, la fibromialgia no se consideraba como enfermedad incapacitante, ahora sí, pero con condicionantes en cada caso. Por eso, piden igualdad en la valoración de las incapacidades, así como fisioterapeutas en la Seguridad Social o sicólogos, además de profesionales formados en estas patologías. A través de las asociaciones están investigando con un laboratorio cómo detectar la fibromialgia con una analítica de sangre, para facilitar su diagnóstico y reconocimiento.


 

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