En Europa ya no pasan estas cosas. Europa, que se creyó libre de todas las guerras cuando la caída del muro de Berlín nos hizo entrar de lleno en el siglo XXI (con la Historia pasa como con la infancia: resulta que hay un hecho que marca el final, siempre). En Europa ya no pasan estas cosas, pero pasaron.
Fidel Martínez Nadal forma parte de ese grupo (pequeño) de artistas (extremeños, españoles y extranjeros: nació en Sevilla, vive en Badajoz: da igual, podría vivir en Francia o en Estados Unidos y seguiríamos diciendo lo mismo) de los que comprarías un libro envuelto, sin saber qué tiene, de qué va, qué tipo de blanco y negro va a usar o si ha querido meter color. Lo sabemos desde los inicios y seguimos confiando con Fuga de la muerte o Cuerda de presas, sus dos últimos trabajos.
Ahora publica "Sarajevo Pain".
Se pone a la venta mañana, 17 de julio, porque estaba previsto que saliera a finales de marzo, pero la pandemia acabó con los planes editoriales de todo el país. “Sarajevo pain es una novela gráfica en la que trato de contar el asedio a la ciudad de Sarajevo durante la guerra que tuvo lugar en Bosnia durante la guerra de la última década del siglo XX", nos cuenta Fidel Martínez Nadal. Ya lo pueden encargar en su tienda especializada.
“Sarajevo había sido durante mucho tiempo un símbolo y un modelo de convivencia e integración social entre bosnios, serbios y croatas hasta el estallido del conflicto, en el que una serie de rencores y odios enconados durante siglos afloraron en el nacionalismo más extremista y fanático”. Nos vamos a la última guerra europea: a un cerco enorme, a los más de 12.000 muertos, algunos cuando hacían cola para que les dieran agua. Al sitio más largo en una contienda moderna. A esa Europa que no sabía a dónde mirar o que miraba a todas partes, menos a su casa.
Hay varios personajes: un francotirador que tiene atemorizada a la población. Y luego están “Zelja, una joven que debe hacer frente a la pérdida de su pareja, que ha muerto durante una confrontación armada; Amir, que es un niño que intenta buscar refugio a la trágica realidad que le rodea a través de los cómics y de la compañía de su amiga Almira; Anja, que es una víctima de la guerra, que contempla el conflicto desde la privilegiada e inusual perspectiva que le otorga la muerte y, por último, un pintor anónimo cuya máxima pretensión es realizar una pintura que denuncie la relación que siempre se ha producido entre la guerra, el poder y la belleza”.
“Lo que trato de hacer es invitar al lector a convivir con esos personajes y con todas las personas que, durante casi media década, tuvieron que vivir ese angustioso cerco”. ‘Sarajevo pain’ nos servirá, dice Fidel, “para visitar una ciudad que sucumbió al desamparo más absoluto para recordarles, mientras realizan esa visita, el peligro que entrañan ciertos relatos históricos y mitológicos, pero, sobre todo, el valor que tiene la libertad”.