Las farmacias extremeñas se blindan frente al coronavirus al entender que son un punto crítico al que acude un número elevado de personas cada jornada que pueden o no estar contagiadas y que, de ser así, podrían transmitir la enfermedad por Covid-19 a otros usuarios sanos.
Ante esta situación algunos establecimientos han optado por instalar cámaras térmicas en la entrada con el objetivo de informar al paciente sobre su estado de salud e impedirle el acceso si la temperatura obtenida muestra alguna anomalía.
Jorge García, que regenta uno de estos negocios en Badajoz, explica a Extremadura Noticias que se decantó por esta opción al ser un producto innovador que garantiza la seguridad sanitaria de sus vecinos y clientes.
El aparato, que además cuenta el número de personas que pasa por el establecimiento y limita su aforo, te impide también el paso si detecta que no llevas puesta una mascarilla al intentar acceder a la farmacia.
Pedro Zamorano, el gerente de la empresa que las comercializa, subraya que esta inteligencia artificial tendrá un papel importante en la lucha contra la transmisión del virus entre clientes y empleados de los negocios.
Cada aparato tiene un precio que ronda entre los 1.500 euros y los 15.000 euros, en función de las prestaciones que se contraten, y ya se han instalado más de 2.000 cámaras en todo el país.
