Asegura que no puede "separar el cargo de la persona" y que este ha sido el año más complicado de su trayectoria como gestor. El director gerente del SEPAD, José Vicente Granado, dice haberse visto obligado a tomar decisiones muy difíciles a sabiendas de que serían dolorosas para los usuarios de los centros de mayores y sus familias. "Sueño con momentos y con llamadas de familiares que, rotos de dolor, necesitaban a alguien con quien desahogarse", reconoce.
Para Granado lo más duro han sido los fallecimientos: 789 desde que comenzó la pandemia. Un sufrimiento al que hay que añadir, subraya, la soledad de los mayores. "Muchos de ellos querían salir y no podían porque no había nadie que se encargara de ellos", explica.
Hace justo una semana las residencias quedaban libres de covid y dejaban atrás una auténtica pesadilla. La vacuna supone una pequeña luz al final del túnel, un rayo de esperanza que, insiste el responsable del Servicio Extremeño de Atención a la Dependencia, "tenemos que aprovechar y disfrutar".
Las residencias extremeñas, libres de COVID-19