La Asamblea de Extremadura ha remarcado a través de una manifiesto que no ha contado con el apoyo de Vox, y sí de PP, de PSOE y de Unidas, su "firme compromiso" con el fin de cualquier tipo de violencia machista, así como con combatir "cualquier discurso negacionista" y posicionamiento político que niegue la violencia de género o rechace las políticas públicas enfocadas a su "total erradicación".
En el manifiesto, leído durante el acto institucional celebrado este viernes en la Cámara regional con motivo del 25N, los grupos firmantes se comprometen también a seguir trabajando, dentro de sus competencias, junto con el resto de las administraciones públicas a desarrollar y dar cumplimiento a las medidas que forman el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Igualmente, PP, PSOE y Unidas por Extremadura reafirman en el texto su predisposición para conseguir la renovación y actualización del citado pacto nacional; e inciden en que seguirán prestando "especial atención" a la evaluación de las políticas públicas para "avanzar en la eficacia" en la lucha contra la violencia machista.
También subrayan que continuarán colaborando con las asociaciones de la sociedad civil que luchan contra la violencia machista y trabajan por la igualdad entre hombres y mujeres.
Al mismo tiempo, el manifiesto, leído por las diputadas Teresa Tortonda, Teresa Nuria García Ramos y Nerea Fernández, de PP, de PSOE y de Unidas por Extremadura, respectivamente, manifiesta la solidaridad con las mujeres, niñas y niños que han sufrido o sufren la "expresión machista más extrema", la violencia de género, y transmite "todo el apoyo" a ellas y a sus familias.
El acto institucional ha contado también con las intervenciones de la presidenta de la Junta, María Guardiola, y de la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín. Han estado presentes también el delegado del Gobierno, Francisco Mendoza, y miembros de los diferentes grupos parlamentarios, además de diversas autoridades civiles y militares.
Cabe apuntar también que, si bien Vox no ha apoyado el manifiesto leído durante el acto, sí que algunos de sus diputados autonómicos (como Ángel Pelayo Gordillo y Óscar Fernández Calle, entre otros) han estado presentes en el acto institucional con motivo del 25N celebrado este viernes en la Cámara extremeña.
Así, según recuerda el manifiesto, en lo que va de año se han interpuesto 988 denuncias en Extremadura por violencia machista, así como que en estos momentos hay 1.785 mujeres que están siendo atendidas en la Red Extremeña de Atención a Víctimas de Violencia de Género, y que desde 2003 han sido asesinadas 1.236 en España por esta lacra.
Los firmantes defienden, ante esta situación, que la violencia de género es una "terrible vulneración de Derechos Humanos" que "pone en cuestión" la calidad democrática del país.
De este modo, defienden que para todos los poderes públicos, para todos los partidos políticos y para toda la sociedad debe ser una "prioridad" mejorar la respuesta que se ofrece para "garantizar la seguridad, la libertad y la vida" de las mujeres víctimas de violencia de género y de sus hijas e hijos.
"Debemos impulsar, desarrollar y también evaluar el impacto de las políticas públicas destinadas a combatir esta violencia", subrayan los firmantes, que defienden que para acabar con la manifestación "más terrible" de la violencia machista es "imprescindible" la cooperación entre todas las administraciones públicas y con la sociedad civil.
Recalcan, al mismo tiempo, que las administraciones deben seguir colaborando para desarrollar todas las medidas que refleja el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, incluida la dotación y ejecución de sus partidas presupuestarias.
Cabe apuntar, también, que en el acto de este viernes en la Asamblea han intervenido Rachida Sabir, la hermana de Nadia, una mujer asesinada a manos de su pareja; y una mujer que está recibiendo ayuda para superar la violencia machista que ha sufrido.
Así, Rachida ha recordado que su hermana Nadia fue asesinada en 2010 por parte de su marido, algo que "no se olvida nunca". "La vida sigue, con heridas", ha espetado Rachida, quien se hizo cargo desde el fallecimiento de su hermana de la hija de ésta.
A su vez, Elisabeth, una mujer que está en pleno proceso de recuperación integral en el punto de atención a víctimas de violencia de género de Mérida, ha lanzado un "mensaje de esperanza" para las féminas que sufren violencia machista, a las que ha invitado a denunciar su situación y a dejarse "guiar" por los profesionales que las ayudarán a superarla.
"Hay que ser tajantes" con lo que niegan la violencia machista, ha defendido Elisabeth, quien ha incidido en que "hay vida después de" una situación como la que ella ha vivido; y ha destacado emocionada cómo su hija le "salvó la vida" cuando un día le dijo que abandonasen su casa tras sufrir un episodio de violencia machista a manos de su pareja.
A su vez, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, tras lamentar que el lenguaje sirva en ocasiones para ejercer violencia hacia las mujeres, y ha apelado a la educación para combatirlo.
Lo ha defendido "por más leyes que se aprueben y normas que se dicten nada habrá cambiado si persisten mentalidades que utilizan el lenguaje como artillería para reforzar un sistema patriarcal que diferencia y aleja, que perpetúa desigualdades y niega las violencias que atenazan, humillan y asesinan a la mitad de la ciudadanía".
Ha apelado también al feminismo que "no precisa de etiquetas ni adjetivos que lo definan". "Quienes en él militamos no somos radicales ni conformamos ninguna mafia, simplemente somos mujeres y hombres comprometidos con la igualdad", ha dicho.
"No es ideología de género ni tampoco un conjunto de eslóganes o logos morados que mostrar como tendencia, es un proyecto social, la creencia en la necesidad y obligación de construir una sociedad de iguales donde con nuestras diferencias todos y todas tengamos cabida", ha añadido.
Blanca Martín igualmente ha defendido que en la Asamblea se apele al intelecto y al pensamiento "para huir de la demagogia y del lenguaje contraído y unificado" para "recordar que ninguno de los derechos conquistados es consustancial y nos pertenece per se".
Finalmente, la presidenta de la Junta, María Guardiola, ha defendido que la igualdad y el progreso deben caminar "de la mano", y que quiere una Extremadura "feminista, igualitaria y libre, sin violencia, sin machismo y sin miedo".
Ha remarcado, igualmente, que la Junta rechaza "firmemente" cualquier forma de violencia contra las mujeres y muestra su "compromiso" con las víctimas y con el "deber" de acompañarlas y de priorizar sus demandas para que puedan rehacer sus vidas "cuanto antes".
También, ha hecho un llamamiento a la sociedad extremeña para expresar "cívicamente" su rechazo y condena a la violencia contra las mujeres, y a colaborar para visibilizar y no silenciar "el machismo en cualquiera de sus expresiones".
"Yo no entiendo esta tierra sin igualdad y sin respeto. Yo no entiendo una Extremadura que no haga suyos y propios estos valores. Como mujer y como presidenta de la Junta no toleraré ningún acto y ninguna palabra que violente a una mujer ni que socave su dignidad ni que cuestione su valía", ha recalcado Guardiola, quien ha subrayado que su Ejecutivo tiene como "objetivo prioritario" acabar con la violencia hacia las mujeres.
En este sentido, ha defendido que hay que realizar un "recorrido colectivo y público" desde las instituciones y la sociedad en el "largo camino" para erradicar la violencia contra las féminas, toda vez que si bien "ya la sociedad entiende y defiende el sentir de las mujeres" no hay que "aflojar el paso" en la lucha "por una razón de pura justicia social".