Los dentistas reciben cada vez más visitas de pacientes con una obsesión. Se trata de la blancorexia. Quienes la padecen tienen la sensación de tener siempre manchas o tonos oscuros en su dentadura y a veces recurren a soluciones que pueden ser peligrosas.
Obsesión por los dientes blancos. Sí, lo han leído bien, es un problema cada vez más común… De hecho, se conoce como blancorexia, pero, ¿qué pasa cuando nos pasamos de blanquear nuestro esmalte?
La dentista Michelle Pawly lo tiene claro: “Cada uno tenemos un límite de blanco. Si sobrepasamos ese límite ya empezamos a tener cambios estructurales en el diente y podemos tener sensibilidad e incluso sensibilidad irreversible”.
Moda potenciada en las redes sociales
Este culto a la sonrisa perfectamente blanqueada está encontrado su altavoz en las redes sociales donde es habitual ver a chicos y chicas influyentes alabando unos supuestos resultados tras emplear pastas de dientes cuyo coste ronda los 6 euros.
Algunos estudios, hablan de que el 60% de de la gente considera que tener una sonrisa blanqueada es muy importante para dar una buena impresión pero, en realidad, a juicio de Pawly no hace falta abusar tanto de carillas demasiado blancas o de pastas blanqueantes.
Se puede lograr una sonrisa más blanca evitando, por ejemplo, tes, cafés o fumar, nos recuerda la odontóloga.