Desde que el COVID-19 llegara a nuestras vidas más de 3.000 negocios de la región se han visto obligados a realizar expedientes de regulación de empleo. Muchos vieron cómo no se renovaban sus contratos. Ahora, toca afrontar gastos con la esperanza de que la normalidad y el trabajo regresen pronto.
Cerrados, así llevan más de un mes los negocios de la región. Como consecuencia más de 16.000 asalariados se han visto sometidos a un expediente de regulación temporal de empleo.Teresa revisa una y otra vez las facturas de su día a día, que cambió con la crisis sanitaria. Es una de las miles de personas que ha pasado a engrosar en la lista del paro.
El virus ha parado seco las economías de muchas familias que ahora esperan con impaciencia la salida de la crisis.
TEXTO: Redacción
FOTO: Canal Extremadura