1 Diciembre 2020, 21:36
Actualizado 1 Diciembre 2020, 21:36

40 años después todavía no tenemos vacuna para el SIDA. El VIH es un virus muy escurridizo ya que se incorpora en nuestro ADN escondiéndose y lo primero que hace el virus es atacar al sistema inmunológico. 

La rapidez de la llegada de la vacuna contra la COVID 19 se debe en gran parte al trabajo realizado con el VIH. Toda la investigación no cae en saco roto ya que esa capacidad de investigación desarrollada en busca de por ejemplo las bases genéticas de los virus que se utilizan como vectores en otras vacunas ya está muy avanzada. 

Hay que ser optimista y tener esperanza. Todos los organismos nacionales e internacionales están pendientes de validar los resultados de las vacunas.