La Junta ha publicado en el DOE la orden que flexibiliza los requisitos para la quema de los rastrojos y restos de poda. Ya no es necesario presentar una fotografía georreferenciada o el análisis de laboratorio, pero el agricultor sí tendrá que presentar una declaración responsable y un informe técnico, que diga la plaga detectada, la superficie afectada y asegure que la quema es la única forma de evitar la propagación de la enfermedad.
Las organizaciones agrarias valoran positivamente la orden, pero consideran que no es suficiente. De hecho, Apag Extremadura Asaja mantiene la protesta de mañana por estas medidas que, dice, les impiden hacer frente a las plagas.
Upa, por su parte, pone el énfasis en la enmienda que incluirá la próxima ley de la PAC, que se aprobará antes de fin de año, que modificará la ley nacional y esta situación. Por eso mismo, la Unión Extremadura no entiende los requisitos que se siguen exigiendo, aunque sean menos.
Por tanto, todavía pendientes de que la ley nacional se modifique y cambie la actual situación y, dicen, esperan que la ley sea realista a la hora de aplicarla en el campo.