Las áreas de bajas emisiones deben estar reguladas antes del 1 de enero de 2023 en ciudades de más de 50.000 habitantes. En el caso de Extremadura esto afecta a Cáceres, Mérida y Badajoz, donde ya han comenzado a realizar diferentes inversiones para esta adaptación.
La creación de Zonas de Bajas Emisiones viene recogida en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. La implantación de estos espacios permitirá mejorar la calidad del aire, del medio ambiente sonoro y la salud de los ciudadanos, y contribuirá a la mitigación del cambio climático.
En Cáceres el concejal de tráfico Andrés Licerán asegura que implantarán la zona "de forma moderada" y será alrededor de la ciudad monumental, donde han aumentado en 23 calles el uso restringido de vehículos.
En Badajoz la apuesta es por la plataforma única. Carlos Ureña, concejal de Urbanismo, Vías y Obras apunta que "en el casco antiguo se está invirtiendo mucho dinero en plataforma única para dar prioridad al peatón, además de la inversión del Ayuntamiento en autobuses eléctricos".
Respecto a Mérida están trabajando en diferentes proyectos aprobados por los fondos europeos que están en fase de ejecución. Marcos Guijarro, concejal de Tráfico, destaca las actuaciones en las calles Félix Valverde Lillo, Graciano y John Lennon.
Estas restricciones de acceso a las Zonas de Bajas Emisiones afectarán sobre todo a la circulación y el aparcamiento de los vehículos considerados más contaminantes.
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