Por segundo año consecutivo, la patrona de Badajoz, la Virgen de la Soledad, volverá a quedarse en su ermita. El año pasado fue la lluvia la que le impidió salir. Hoy, aunque el tiempo tampoco acompaña, el motivo es bien diferente. El COVID-19 obligó a suspender todas las procesiones de la Semana Santa.
Su hermano mayor, José María Blanco, asegura que son días de tristeza en la cofradía. Días en los que el contacto a través de redes sociales y teléfono con sus hermanos son un calor fundamental para levantar el ánimo.
José María Blanco ha descartado, además, que la estación de penitencia pueda celebrarse en otro momento de este 2020. Para volver a ver a la Virgen de la Soledad por las calles pacenses tendremos que esperar hasta 2021.