Siempre han participado en las procesiones de Semana Santa, pero hasta hace poco no tenían papel protagonista.
María Domínguez ha estado 17 años bajo el paso del Cristo de Fe, en la Hermandad de Santo Domingo, en Badajoz, y hace tres que se convirtió en capataz. "Ha costado, pero poco a poco se va dando el sitio que las mujeres se merecen. El mismo cargo lo puede tener un hombre que una mujer"
"Ha costado, pero poco a poco se va dando el sitio que las mujeres se merecen"
Eulalia Velázquez ocupa un puesto de responsabilidad en la conocida como Cofradía de Los Castillos, en Mérida. Llegó a Hermana Mayor por "querencia y responsabilidad". "No creo en los géneros, sino en las personas. Quizá no nos hemos lanzado a dar el paso, pero el machismo en las cofradías no existe, es la persona la que tiene que dar el paso", explica.
Un paso que cada vez dan más jóvenes. En Cáceres, Laura Corrales tiene una misión clara como vocal de protocolo: "ver que todo el mundo esté bien, ayudar a quien lo necesite, si se marean dar una botella de agua... estar pendiente de la gente y que todo salga bien", concluye.
Un trabajo, el de todas, vital durante todo el año y que se hace visible en cada estación de penitencia.
