Las playas con Bandera Azul acusan la falta de agua: "Se aguanta pero la previsión no es buena"

"Se aguanta pero la previsión no es buena". Ese es el mensaje más repetido por los alcaldes y empresarios de las localidades con zonas de baño reconocidas con el distintivo de bandera azul en la región: El nivel de agua en sus pantanos no acompaña para garantizar que esta sea una campaña turística satisfactoria hasta final del verano.

De momento, la falta de agua no deja  grandes problemas en Orellana ni en Cheles. También "salvan los muebles", de momento, las playas del Espolón-Peloche, en Herrera del Duque, donde su alcalde, Saturnino Alcázar, nos confirma que el nivel del agua está más bajo que otros años, aunque "por fortuna hicimos una ampliación de la zona de baño. Eso ha salvado una temporada en la que por ser Bandera Azul estamos recibiendo a muchos más turistas".

Una situación muy similar a la que reseña desde la playa de Puerto Peña, en Talarrubias, Antonio García, su alcalde, quien nos traslada que "desde que somo bandera azul se ha multiplicado por diez la afluencia de bañistas". El primer edil calcula que la zona de baño podrá aguantar todavía unos 15 días más. Como el resto de empresarios y alcaldes consultados, mira al cielo esperando el milagro de la lluvia, pero no solo pensando en el turismo, también en el objetivo fundamental del agua embalsada, el sector primario. García reivindica una mejor regulación del regadío "que no sigan poniendo más y más hectáreas nuevas de regadío porque sino, llegará el dia en que ningún año va a llover para soportar lo que se riega".

Mal balance para la Bandera Azul de Casas de Don Pedro y Campanario

Por su parte, en la playa Los Calicantos, en Casas de Don Pedro, la orilla ya está a más de 10 metros de donde debería y el único chiringuito de la zona está cerrado. Su alcalde, Antonio Romero lamenta que "en el primer año que obtenemos el galardón no hemos podido ver los frutos. La gente no viene".

Tampoco en la playa de Alange o en la "Isla del Zujar"  la repercusión de la bandera  ha brillado tanto como se esperaba. Nicolás Peña , gerente de la empresa Sertur, al cargo de la gestión en la Isla del Zújar también lo achaca a la falta de lluvia.  

La playa de Campanario no es una excepción. A pesar de "ser el último embalse", también se sienten perjudicados por la falta de agua. Su alcalde nos pone varios ejemplos. Uno de ellos alude a "un pasillo de madera que instaló el ayuntamiento para acceder al agua, pero que no puede utilizarse debido a que le nivel del agua, más bajo de lo esperado, lo ha dejado totalmente fuera".