La Junta de Andalucía liberó en 2020 cinco linces ibéricos en distintas zonas de Sierra Morena, tres de ellos nacidos en el centro de Zarza de Granadilla (Cáceres), con el objetivo de facilitar el intercambio genético y reforzar la población de esta especie endémica de la Península, donde hay censados unos 850 ejemplares.
En concreto, se han soltado cuatro machos y una hembra en varios puntos de la comarca del Guadalmellato y el valle del río Guarrizas, según ha informado este sábado la Junta.
Con la liberación de estos ejemplares, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible busca minimizar la pérdida de diversidad genética y prevenir la endogamia.
Para ello, se establecen pequeños asentamientos de linces en zonas de conexión a fin de promover el intercambio de individuos y de genes entre las poblaciones que ya existen.
La primera de las sueltas de 2020 se produjo en el mes de febrero, en la finca pública Dehesa de las Yeguas, en la localidad jiennense de Vilches y fue una liberación doble: un macho, de nombre Quintín, y una hembra, bautizada como Quincha, que nacieron en 2019 en el Centro de Cría del Lince Ibérico de Zarza de Granadilla (Cáceres) y pertenecientes a camadas diferentes.
También en febrero se realizó la suelta de Quinao, un macho nacido en 2019 en el centro de cría de Zarza de Granadilla, en el área del Guadalmellato cordobés.
Una de las sueltas de lince más mediáticas de 2020 se llevó a cabo el pasado mes de diciembre en Lora del Río (Sevilla), ya que el ejemplar liberado, el macho Ilusión, provocó un revuelo tras recorrer el casco urbano del municipio onubense de Rociana del Condado.
El último de los linces liberados en 2020, en Montoro (Córdoba), se llama Kot y nació en 2013 en el Centro de Cría de La Olivilla de Santa Elena (Jaén).
En septiembre del año pasado echó a andar un nuevo proyecto Life, denominado Lynxconnect, con el reto de crear una población consolidada y viable de lince ibérico en la Península Ibérica.