De las medallas que se han entregado hoy a las víctimas del terrorismo en Extremadura, cuatro han sido para los hermanos Calderita, naturales de Zarza la Mayor.
Uno de ellos, el hermano mayor, trabajó como artificiero de la Guardia Civil desactivando bombas de ETA. En esos años sufrió varios atentados, que le dejaron graves secuelas psicológicas, hasta el punto de que hoy no ha tenido fuerzas para recoger, presencialmente, su medalla.
Han sido sus hermanos, a quienes también se condecora por la decisión del gobierno regional de hacerlo extensible a las familias de las víctimas, quienes han recogido el reconocimiento. Aseguran que la vida de su hermano no ha vuelto a ser la misma desde entonces pero, dicen, esta medalla sirve de homenaje y puesta en valor de su trabajo por la seguridad del país.
Sus familiares la han recogido con felicidad porque lo más importante es que su hermano mayor también podrá sujetarla entre sus manos. Una suerte que no tienen otras familias.
Además, están seguros de que esta condecoración le ayudará a cerrar algunas heridas.