Las reservas de agua continúan resintiéndose en la región. La situación es más preocupante en la cuenca del Guadiana, aunque también en el Tajo va disminuyendo el agua embalsada.
En la primera, los pantanos están de media al 25,3 por ciento de su capacidad de agua embalsada, un 30% menos que la media de la última década. En la segunda, los embalses están al 39,5% frente al 58% de media en los últimos diez años.
Uno de los que se encuentra en una situación más crítica es el de Alange, uno de los grandes embalses del Guadiana en Extremadura. Está al 16 por ciento de su capacidad, un 4 por ciento menos que hace un año, y lo que es más alarmante, 31 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años. La situación es similar en toda la cuenca.
Semana a semana sigue el descenso paulatino de las reservas. También en el Tajo, aunque con mejor situación. Se encuentra al 40 por ciento frente al 58 de la media de la última década. Su embalse más grande, el de Alcántara, está al 47% de su capacidad. En la última década, en cambio, esa cifra rondaba el 70%.
Pero en toda la región, la peor situación sigue estando en Tentudía. Con apenas 0,8 hectómetros cúbicos de agua embalsada, la Mancomunidad sigue teniendo presente los posibles cortes de consumo de agua en sus pueblos. De momento, podrán estirar ese temido momento algunas semanas más.