Una mano protegida por un guante sostiene una mascarilla quirúrgica
A punto de conocer si la región pasará a la fase 3 de la desescalada, los extremeños comienzan a vivir la llamada nueva normalidad tras la pandemia del COVID-19 con temor a que la relajación de las medidas de seguridad pueda suponer un rebrote. Muchos sienten "miedo de con quién hablan en la calle" y critican que "la sociedad no está haciendo lo que debe hacer"
Los extremeños sienten miedo a que la relajación de las medidas de seguridad pueda suponer un rebrote
Otros, sin embargo, han preferido ver la parte positiva de la vuelta a la actividad laboral y el ocio y subrayan que se puede vivir con relativa normalidad, aunque siempre respetando las medidas de seguridad y distanciamiento social porque "hay que volver a la normalidad siempre muy cautos"
Pero también hay quien ha decidido no salir de casa a pesar de que ya está permitido. El temor a un posible contagio y la sensación de inseguridad ha provocado que algunos ciudadanos hayan optado por permanecer confinados por voluntad propia.