Este 2021 se cumplen 176 años de la fundación del Instituto Provincial de Badajoz, que lleva desde 1845 educando a generaciones enteras de extremeños. Un referente científico y cultural de la provincia pacense y de toda la región que hoy continúa de la mano de sus herederos directos: los institutos de Educación Secundaria Zurbarán y Bárbara de Braganza. Dos centraos que recogen el martes la Medalla de Extremadura.
"El centro está absolutamente satisfecho con este máximo reconocimiento que otorga la Junta. No sólo a los profesores también al personal no docente, a los padres, a los alumnos y a todos los que conformamos la familia del Instituto Zurbarán", dice el director Rafael Domínguez.
Sentimiento que comparte su compañera Mª Dolores Mejías que asegura que "este reconocimiento de la enseñanza pública no podía dejarnos fuera. Y tampoco ha habido tanta polémica como la gente piensa". Esa Medalla compartida se otorga por la labor de ambos centros "al desarrollo y progreso de la comunidad autónoma y la formación de sus ciudadanos".
Lo fundamental subraya Domínguez es "dar una buena formación a los alumnos desde los centros públicos que representamos y una formación integral, que además de en las asignaturas tradicionales se formen en otros aspectos como la empatía, la educación en valores y esas cosas tan importantes para poder salir al mundo y a la sociedad con las mayores garantías de éxito".
Esa capacidad de adaptación a la evolución de la sociedad es, precisamente, lo que destaca la directora del Bárbara de Braganza: "En el siglo XIX lo importante era acercar la ciencia y aportar unos conocimientos científicos que era lo que más falta hacía en la época. Después hemos intentado aportar otros valores más cercanos al siglo XX como las nuevas tecnologías, el bilinguismo o los programas Erasmus".
Este último año hemos comprobado cómo centros educativos, profesores y alumnos se han tenido que adaptar también a una nueva manera de ir a clase a causa de la pandemia. "El reto de todos es volver a la normalidad y a las relaciones personales, quitarnos la mascarilla en clase, poder salir de viaje, hacer excursiones... La normalidad, ese es nuestro reto", afirma Mejías. "Y a partir de ahí, seguir en la línea que hemos tenido: formar a buenos profesionales y buenas personas, que se sientan orgullosos de la comunidad en la que viven y aporten su granito de arena para que nuestra región siga creciendo y todos nos sintamos orgullosos de vivir y trabajar en ella", apostilla el director del Zurbarán.
¡Enhorabuena!