Los médicos del Servicio Extremeño de Salud (SES) tendrán un "botón del pánico" al que accederán a través del propio sistema informático para evitar agresiones por parte de sus pacientes.
Esta es una de las medidas que se contemplan en el Plan de Prevención, Actuación y Atención a Profesionales del Sistema Sanitario Público de Extremadura frente a las agresiones, que ha presentado este lunes el vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, acompañado por el director general de Planificación, José Luis Vicente Torrecilla.
Dicho plan, publicado este lunes en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), ha contado con la participación del Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también contempla la instalación de cámaras de videovigilancia en aquellos centros que se considere necesario.
Cincuenta agresiones este año
Todo ello para evitar que se produzcan nuevas agresiones a los profesionales sanitario de la región. Según los datos aportados por Vicente Torrecilla, hasta el pasado mes de noviembre, este año 2022 se han producido en la comunidad 50 agresiones a personal del SES.
Del total de agresiones 10 han sido físicas, y el resto verbales. En cuanto al perfil del agresor, la mayoría son mujeres, pero la tendencia va en aumento en el caso de los varones. La víctima es también mayoritariamente mujer, y en tres de cada cuatro casos se produce en el ámbito de la Atención Primaria.
Los médicos son los que se llevan la peor parte, con dos de cada tres agresiones, seguidos por enfermeras, en un 22%. El resto, tienen como víctima a administrativos y celadores.
Se trata de datos muy similares a los del 2021, último ejercicio cerrado, en el que se registraron 69 agresiones. De ellas, 49 fueron amenazas verbales, y 20 las agresiones físicas, de las cuales 7 provocaron una baja laboral.
El perfil de la víctima, facultativa de Atención Primaria
En cuanto al perfil, la víctima es una mujer, de entre 35-55 años de edad, que trabaja en Atención Primaria, y que se produce por discrepancias en atención ofrecida. Por su parte, el perfil del agresor es también el de una mujer, de entre 40 y 60 años. En el 48 por ciento de los casos, que la agresión se ejerza por una paciente que estaba programada, aunque en el 27 por ciento de los casos esta la protagonice la acompañante del paciente.
Con estos datos, Extremadura se sitúa en el tercer puesto de todas las comunidades con más casos de agresiones a profesionales sanitarios, únicamente por detrás de Cantabria y Cataluña.
Los motivos son principalmente discrepancias atención sanitaria recibida, seguidas por las discrepancias personales, el tiempo de espera, por no prescribir el medicamento que demanda el paciente, o por no realizar el informe que le es demandado.
El consejero de Sanidad ha explicado que los profesionales sanitarios recibirán formación para utilizar este "botón del pánico", que podrán activar a través del propio sistema informático desde su ordenador, cuando se enfrenten a una situación en la que haya "discrepancias y vea cierto riesgo".
El objetivo es proteger al médico de la agresión activando a otros profesionales, tanto a los cuerpos de seguridad a través de la figura del interlocutor policial sanitario, y también al resto de sanitarios del centro para "reducir la situación de agresividad".
Mantener la confianza
Vergeles ha explicado que con este plan se pretenden prevenir las agresiones, que los centros, establecimientos y servicios sanitarios sean lugares seguros "donde no se vivan situaciones de agresividad" y ha añadido que para su elaboración se han recogido vivencias de los profesionales "que nos han dicho qué se siente al ser agredidos".
De esta forma, el plan tiene como objetivos, por un lado, concienciar a la sociedad de que la violencia contra los sanitarios es un "atentado a la dignidad de la sociedad", y por otro, que la relación terapéutica del paciente con el sistema sanitario "no se produce si se pierde la confianza".
El plan contempla también la creación del Observatorio Extremeño para la Vigilancia y Prevención de las agresiones sanitarias, que se establecerá como un instrumento de estudio, análisis y seguimiento de todos los aspectos relacionados con las agresiones a profesionales sanitarios en la región y permitirá conocer, analizar y evaluar la situación de riesgo de agresiones a sanitarios y proponer las acciones que se consideren oportunas en materia de prevención y actuación ante las mismas.
Vergeles ha indicado que se está trabajando en la catalogación de los centros sanitarios en función del riesgo de agresividad que pueden tener y ha insistido en que se formará a los sanitarios "para que conozcan los signos de alerta que pueden anteceder a una situación de emergencia".
Pero también hay medidas dirigidas a los ciudadanos, para que dispongan de información de horarios de los centros y de la cartera de servicios que ofrecen. Es decir, ha indicado, una "información clara" de los requisitos para su atención para evitar "falsas expectativas" y "problemas de información a la hora de utilizar el sistema sanitario".
También ha dicho que es necesario comunicar bien que los usuarios disponen de horas de reclamaciones, así como de la Oficina de la Defensora de los Usuarios del Sistema Sanitario Público de Extremadura.
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