14 Enero 2021, 13:15
Actualizado 14 Enero 2021, 13:15

Los micromachismos son actitudes machistas que percibimos en la vida diaria y que pasamos por alto o que no detectamos porque son tan habituales que no consideramos que sean erróneas. Vamos a poner varios casos prácticos que recoge la organización Intermon Oxfam y que podemos identificar fácilmente. 

Una amiga le dice a otra: 'Qué suerte que tu marido te ayuda en casa'. Es una conversación entre dos amigas pero tiene un fondo machista. Las tareas de la casa no son obligación de la mujer, por tanto se trata de una ayuda, sino de un deber compartido. 

Otro ejemplo: una pareja está en un bar y la cuenta, la mayoría de las ocasiones, llega a las manos del hombre incluso cuando quien la ha pedido es la mujer. Somos iguales y hombres y mujeres pueden tener la misma capacidad económica para pagar la cuenta.

Un tercer caso práctico. Dos amigos van corriendo por el parque y uno le dice al otro: 'Corres como una niña'. Seguro que han escuchado esa expresión alguna vez; pues es extremadamente machista, porque las niñas pueden correr igual de bien o igual de mal que los niños

Y una última escena, igual de habitual. Un niño se cae del columpio y la madre o el padre le dicen para consolarlo, "Los niños no lloran, tienes que ser fuerte". En ese momento, el niño aprende que no tiene derecho a llorar ni a caerse... a diferencia de las mujeres.

Los micromachismos, nos ha explicado la profesora de la UEX, Gemma Sáez, están en todas partes: en la familia, el trabajo, las aulas. Son estrategias sutiles que pretenden imponer una diferencia de poder entre hombres y mujeres que coartan la libertad de las mujeres. 

 


 

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