Con la llegada del verano, muchos pueblos de la región de Extremadura experimentan un notable incremento en su población. A los turistas se unen aquellos que regresan a su tierra natal durante estos meses, lo que conlleva un aumento en la demanda de servicios municipales. Esta situación es particularmente visible en pequeñas localidades, donde los ayuntamientos se ven obligados a reforzar diversos servicios para hacer frente a la afluencia de personas.
Ahigal
En esta localidad cacereña, uno de los principales retos es mejorar el abastecimiento de agua y el servicio de saneamiento. Este trabajo es crucial, especialmente en municipios como este que esperan triplicar su población durante el periodo estival. Luis Fernando García, alcalde de Ahigal y vicepresidente de la Diputación de Cáceres, señala que en esta época se abren muchas casas que llevaban tiempo cerradas y, a veces, se encuentran con incidencias con las tuberías. Añade, además, que durante el verano, con el incremento de la población, se tira más basura y se consume más agua aunque, asegura, están "preparados" para ello.
Para abordar estos desafíos, la plantilla de trabajadores municipales se amplía de cuatro a diez personas durante el verano, garantizando el mantenimiento adecuado de las infraestructuras, incluyendo las piscinas.
Villar de Plasencia
Otro ejemplo de esta dinámica se observa en Villar de Plasencia. En este municipio, la población aumenta de 200 a cerca de mil personas en agosto. Este crecimiento poblacional no solo implica un aumento en el número de residentes, sino también un cambio en la media de edad, con la llegada de más niños al municipio. María José Pérez, alcaldesa de Villar de Plasencia, explica que cuentan con una ludoteca para los niños que vienen al pueblo, y así sus padres pueden hacer recados y disfrutar de tiempo libre.
En Villar de Plasencia, el servicio de comida a domicilio para personas mayores también se duplica durante el verano. La limpieza y la organización de eventos culturales se suman a las tareas habituales de estos pueblos, que durante estos días verán sus calles llenas de vida y actividad. La llegada del verano transforma estos municipios, revitalizando la comunidad y fomentando el turismo y la convivencia entre sus habitantes.
Este incremento estacional de la población no solo plantea desafíos logísticos, sino que también ofrece una oportunidad para fortalecer la economía local y enriquecer la vida cultural y social de la región.