En verano, disfrutar de un chapuzón en la piscina es una de las actividades favoritas de muchas personas. Sin embargo, los dermatólogos advierten sobre los riesgos que el cloro puede tener para nuestra piel y salud si no tomamos las precauciones adecuadas. La doctora Carmen Arsuaga, dermatóloga en el Centro Médico Sanitas Las Rozas y Jefa de Dermatología en el Hospital Zarzuela, subraya la importancia de mantener los niveles de cloro correctos para evitar irritaciones y otros problemas de salud.
Beneficios y problemas del cloro
El cloro es esencial para mantener las piscinas libres de bacterias y otros microorganismos nocivos, pero en concentraciones incorrectas puede causar daños en la piel y en la boca. "Al salir de la piscina, es fundamental aclarar con abundante agua, y al llegar a casa, además de aclarar, utilizar un producto sin detergente", aconseja la doctora Arsuaga.
Pero, ¿realmente tomamos estas precauciones? Algunas personas afirman que sí, como una bañista que ha comentado: “Me ducho en esta ducha al entrar y al salir, aunque luego cuando llego a mi casa me pego otra ducha con mi gel y mis cremas”. Otra persona señala que: “Yo siempre me ducho, me refresca más que la piscina y luego me pongo a tomar el sol o a la sombra”.
En las piscinas públicas, generalmente hay un control exhaustivo del nivel de cloro, pero en piscinas privadas es esencial seguir las recomendaciones para evitar riesgos. El número de pastillas de cloro que se deben utilizar para mantener el agua segura dependen del tamaño de la piscina. Además, existen alternativas al cloro, como las células que expulsan sal al agua, ofreciendo una opción menos agresiva para la piel.
Aunque el cloro es necesario para mantener el agua de la piscina limpia, es igualmente importante proteger nuestra piel siguiendo las recomendaciones de los especialistas para evitar problemas de salud.