Hacía casi 33 años que no veíamos en nuestro país unos registros de inflación tan elevados como las cifras actuales. El carro de la compra cada vez es más caro y febrero ha vuelto a marcar una cifra récord.
Son datos que se desprenden del IPC adelantado de este mes. Se dispara de nuevo la inflación y registra una subida de los precios del 7,4 por ciento. Es un 1,3% más que en enero y las perspectivas, con una guerra en marcha, no parecen que vayan a mejorar.
El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania va a provocar la subida del gas natural y del petróleo y plantea un escenario de incertidumbre económica. Se preveía que a partir de abril cambiara la tendencia alcista de los precios, pero la guerra cambia el panorama y las subidas pueden seguir prologándose en el tiempo.
Cuestán más caros todos los productos, pero sube especialmente el precio de alimentos, bebidas no alcoholicas y combustibles. La gasolina ha alcanzado máximos históricos. El precio de la electricidad ha bajado ligeramente en enero, pero sigue en cotas altísimas.
La inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, también registró un repunte de seis décimas en febrero, hasta el 3 %.
