La Comisión de desembalses de la Confederación Hidrográfica del Guadiana ha ratificado la propuesta inicial. Se han autorizado 860 hm3 para la campaña de riego 2023. Una campaña que podrá arrancar tras la Semana Santa y que supondría un 15% más que el año pasado. Cada comunidad podrá disponer del 77% de su dotación.
Según el presidente de la CHG, Samuel Moraleda, "hay que ser cautelosos, si vienen lluvias en primavera. Todo el agua que quede en los embalses es mucho mejor para afrontar retos futuros que puedan a aparecer. Si llega agua en las próximas semanas lo que ocurrirá es que la campaña de riego pueda retrasarse".
Los regantes de las trece comunidades de la cuenca podrán hacer uso del agua en las mismas condiciones sin penalizaciones. Una campaña con un objetivo claro: "llevar los cultivos a término y hacerlo de la manera más eficiente posible".
Y precisamente en esa optimización del agua y ese riego eficaz insisten los representantes de las comunidades de regantes de cara al futuro.
A día de hoy, la cuenca del Guadiana a su paso por la región se encuentra al 33% de su capacidad.