Los conocidos "paraguas de Malpartida de Cáceres" han regresado a la Plaza Mayor de esta localidad, aunque este año su misión es distinta.
Esta iniciativa que nació en 2014 para dar sombra a los días más calurosos del verano, ahora busca dar color a los días grises de la COVID-19.
Los empleados municipales de esta localidad cacereña, de algo más de 4.000 habitantes, ya han comenzado a abrir 1200 paraguas de todos los colores a unos seis metros de altura. Cuando esté terminado de montar, previsiblemente la semana que viene, abarcará una superficie de 3000 metros cuadrados.
Como consecuencia de la pandemia, el equipo de Gobierno local asegura que, recuperando esta tradición, se "intenta volver un poco a la normalidad necesaria", pero siempre "dentro de la prudencia".
Toda esta paleta de colores se ha convertido en un reclamo turístico que aporta importantes beneficios para el sector hostelero del entorno, y, en esta ocasión, el Ayuntamientoo confía en que ayude a remontar uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus.
TEXTO E IMAGEN: EFE
