La caza del sigo XXI debe ser "sostenible y ética". Esos son algunos de los objetivos del nuevo presidente de la Real Federación Española de Caza, el extremeño Manuel Gallardo, recientemente elegido. Sostenibilidad basada "en una buena gestión de los recursos cinegéticos para que sean cada vez mayores y se reduzca el impacto sobre las especies".
Retos a los que hay que sumar su apoyo a la investigación y a la incorporación de las mujeres a este mundo tan masculinizado. También su "compromiso de elaborar un Código Ético del cazador" que ponga fin a algunos comportamientos poco edificantes. Son minoritarios -dice- pero perjudican mucho la imagen de este deporte cuando se difunden por redes sociales.
Un nuevo presidente para una nueva etapa en la que el extremeño quiere aproximarse a los defensores de la naturaleza. Asegura que son los que "más invierten en conservación" y comparten objetivos como la "apuesta por la biodiversidad y la lucha contra los efectos del cambio climático".