42 días y 800 kilómetros por delante, atravesando con esquíes el mítico paso del noroeste en el corazón del ártico canadiense. Nunca antes se había hecho en España, y en marzo asumirá el reto este aventurero pacense, José Trejo, quien junto a otros dos españoles afronta la desafiante travesía con temperaturas de 50 grados bajo cero y en la más absoluta soledad.
"Tenemos la presencia del carnívoro más grande del planeta, el oso polar, y vamos a tener que llevar armas"
84 de esos kilómetros los harán arrastrados por perros junto a la comunidad inuit. Porque esta aventura, además de un reto deportivo, tiene un objetivo cultural e histórico: recrear los pasos de los grandes exploradores. Pero también una llamada de atención sobre el cambio climático.
"Los casquetes polares se están calendando cuatro veces más que cualquier lugar de la Tierra"
Y Trejo tomará pruebas de esos cambios, que seguirán vía satélite los alumnos de un instituto de Olivenza. Una desafiante aventura que solo puede acabar de una forma:
"Poner la bandera en el polo norte magnético"
Aunque la meta ya es la propia aventura, que podrá seguirse por redes sociales.