6 Mayo 2022, 18:05
Actualizado 6 Mayo 2022, 19:13

“Ha sido muchas veces la primera en alcanzar algo, y deseo que dejen de existir primeras veces para que las mujeres sean ciudadanas con todos los derechos y todas las oportunidades, no excepciones minoritarias en profesiones y reconocimientos”. Son palabras de la catedrática Inés Alberdi en la 'laudatio' que ponía en valor la concesión del Premio Nacional de Sociología a María Ángeles Durán.

Y es que la trayectoria de esta madrileña de origen sierragatino ha estado repleta de reconocimientos que por primera vez recaían en una mujer. Durán fue la primera socióloga española en lograr una cátedra en esa especialidad, allá por 1982. Ella misma fundó el primer instituto universitario de estudios de la mujer creado en España y la propia Universidad Autónoma de Madrid creó el ‘Premio María Ángeles Durán a la innovación científica en estudios de las mujeres y de género’. 

Y es que el recorrido profesional de Maria Ángeles Durán ha estado íntimamente ligado al estudio del trabajo femenino, en especial del trabajo no remunerado y de la economía de los cuidados que recae casi de forma absoluta en el sexo femenino y en la desigualdad en el reparto del tiempo que ello provoca respecto a los hombres a lo largo de toda una vida.

Ahora, un nuevo galardón reconoce su labor: acaba de ser reconocida como doctora 'honoris causa' por la Universidad de Salamanca.

➡️ https://t.co/9nWvypoHy3 pic.twitter.com/E0qNc4qcPw

Aunque nacida en Madrid, toda la familia de Mari Ángeles vive o procede de Extremadura. Todos los veranos de su niñez los pasó en Cilleros, donde recuerda con añoranza los cuentos que le contaba su abuelo y aún recuerda palabras de 'A fala'. En 2009 Durán recibió la Medalla de Extremadura y seis años después volvió a pisar "el escenario más hermoso que he pisado en mi vida" para protagonizar un reivindicativo discurso previo a la entrega de Medallas. "¿Qué es el trabajo?, ¿quiénes son los trabajadores?, se preguntaba entonces en voz alta. Y respondía: También son trabajadores, y sobre todo trabajadoras, los que sin moverse de casa se levantan muy pronto por la mañana, están trabajando todo el día, van muy poco al bar y acaban fregando el último plato o subiéndole la sábana al niño a última hora de la noche. En Extremadura tenemos a muchos trabajadores a los que no se les reconoce su trabajo".