Interior de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Don Benito/Villanueva
El fuerte crecimiento de casos de las últimas semanas se está comenzando a trasladar ya a los hospitales. Una quinta ola marcada por los avances en la vacunación y la incidencia entre los jóvenes, dos factores que también modifican el perfil de los ingresados en planta y UCI.
El cambio más evidente es la edad media de los afectados. En las tres primeras olas esa edad superaba siempre los 60 años; en esta ocasión es de apenas 36. En el área de salud de Cáceres hay tres personas ingresadas con 46, 33 y 19 años respectivamente. También de 19 años hay hospitalizado un chico en el área de Badajoz, donde hay otros nueve ingresados. Seis pacientes hay tanto en el área de Mérida como en la de Don Benito; en la primera tienen entre 23 y 67 años; en la segunda, la mayoría de afectados son treintañeros y cuarentañeros.
También son jóvenes, de 24 y 36 años, los dos hospitalizados del área de Llerena-Zafra. Los pacientes de mayor edad están en Coria, donde solo hay un paciente con 90 años y en Plasencia, con tres ingresados de 50, 60 y 67 años respectivamente.
Más de la mitad, sin vacunar
La otra clave diferencial de esta quinta ola es la generalización del proceso de vacunación y cómo afecta esa posible inmunización a los hospitalizados. En ese sentido, cabe destacar que de los 31 ingresados en la región, solo siete estaban completamente vacunados y otros siete tenían inyectada una dosis. Los 17 restantes no habían recibido la vacuna. Entre ellos, los dos ingresados en UCI, de 50 años de edad. El SES no detalla en qué casos esa falta de protección se debe a que aún no habían sido citados o a una decisión propia.
