Durante siglos los mastines has sido los mejores guías para el pastoreo. Acompañan a los pastores y a sus rebaños. Si alguna vez vamos por el campo y vemos a algún perro suelto, lo más importante es no perder la calma, también no acercarnos al animal, siempre tener en cuenta que ellos están protegiendo su entorno, y dar lentamente un paso atrás, ponernos de lado y estarnos quietos.
Así lo explica Andrés Montero, educador canino y gerente de Can de Luna, un centro educativo para perros y gatos ubicado en Don Álvaro, cuyo objetivo es conseguir el entendimiento mutuo entre el animal y la persona, para mejorar la convivencia y restablecer el equilibrio perdido o no adquirido.
Montero insiste en que "lo ideal es ponerse de costado, no mirar directamente a los ojos al perro, sé que son situaciones complicadas pero hay que tener cierta sangre fría y no llegar a la confrontación".
Además, dos consejos básicos: si paseamos por el campo con nuestro perro, siempre tenemos que llevarlo con correa. Y nunca pasear solos en zonas de campo. Sobre todo, si hay ganado cerca.
Cuando un perro ataca lo hace por miedo, es decir, falta de socialización, por territorialidad o por predación
Además, nos recuerda este experto que los perros que pasean por el campo, dependiendo de su raza, deberán llevar, además de la correa, el bozal.