La jornada de este cuatro de mayo viene marcada por la reapertura parcial del comercio, eso sí, supeditada a las restricciones marcadas por el Gobierno y la solicitud de cita previa. Restaurantes, peluquerías, pequeñas tiendas y zapaterías son algunos de los negocios que tienen permitida hoy la atención al público. Sin embargo, lo cierto es que la tónica general siendo la de persianas bajadas. Pocos son los negocios que han logrado hoy abrir sus puertas ante la dificultad de establecer citas previas o la demora en la instalación de los sistemas de seguridad. Las franquicias están cerradas y también gran parte del comercio minorista. Los que han abierto, lo hacían con incertidumbre, e intentando adaptarse a los tiempos que corren.
Los comerciantes procuran mantener además todas las medidas de protección que garanticen la seguridad de sus clientes. Se desinfecta el material que entra y sale, en el caso de las tiendas de reparaciones de informática o electrodomésticos. Se desinfectan los probadores y la ropa o calzado que los clientes se prueben pero no se lleven. Se establece la medida de una sola persona dentro de las tiendas cuando los espacios son reducidos.
En todos los negocios hemos podido encontrar gel hidroalcohólico, guantes y mascarillas a disposición de los clientes, aunque en algunos casos donde el contacto es muy estrecho, han ido más allá. Lola Alvarez, ha abierto hoy su peluquería con un protocolo muy estricto: "Hemos instalado mamparas entre tocador y tocador. Las clientas deben venir dotadas de guantes y mascarillas, pero si no lo hacen se lo facilitamos. Y luego todo material desechable: kimono, toalla, capa de corte...".
Muchos otros han decidido experar al día once cuando las medidas restrictivas se relajarán notablemente ya que, aseguran, hacerlo en estas condiciones no resulta factible: "En principio, lo que vamos a hacer es abrir el lunes. Lo haremos con servicio para recoger y el la terraza, tal y como nos dejan, al cincuenta por ciento".
TEXTO: Esther Sánchez
FOTO: Efe
