Entre los responsables del INFOEX y la Consejería de Agricultura no tienen prácticamente duda: el incendio en el norte de Extremadura ha sido intencionado. La consejera Begoña García Bernal ha desvelado hoy que recibió una llamada poco después de que las llamas prendieran en La Muela, alertándole de que estuvo detrás la mano del hombre.
Horas más tarde, sin tener relación con este foco, se declaró otro distinto en Sauceda. García Bernal cree que alguien tuvo que ver algo o tener alguna pista, por eso pide la colaboración ciudadana. "Todos los que hayan visto, porque lo vieron, porque se vio que fue intencionado desde el primer momento, por favor, acudan a la Guardia Civil y al Seprona", ha asegurado.
La consejera ha añadido además que "vieron coches salir de Sauceda, cuando hicieron el segundo foco".
La última reforma del Código Penal en 2015 ha endurecido las penas para los pirómanos. Si el incendio supone peligro para las personas, la condena puede oscilar entre 10 y 20 años de cárcel.
Si no hay riesgo para las personas, la pena se establece entre 1 y 5 años. Pero si en el fuego intervienen intereses económicos, afecta a un espacio protegido o la superficie quemada es muy grande, el castigo supondría entre 3 y 6 años de prisión.
Perseguir a los pirómanos
Sin embargo, en los incendios forestales resulta muchas veces muy difícil demostrar la culpabilidad de sus presuntos autores. "Resulta muy dificultoso a la hora de probar la autoría", señala el abogado penalista Fernando Cumbres.
Para este letrado, "las personas que provocan estos incendios muchas veces tratan de ocultar el rastro de su acción. Además, las pruebas quedan destruidas por el propio incendio".
En 2021 se dictaron 109 sentencias condenatorias a pirómanos
Esto no quiere decir que no haya pirómanos condenados, porque las fuerzas de seguridad perfeccionan cada vez más las investigaciones. La última memoria de la Fiscalía Nacional de Medio Ambiente señala que en 2021 se dictaron 109 sentencias condenatorias, y se detuvo o investigó a casi 500 personas.