"Para mí la palabra más bonita en el diccionario, lo he dicho en las últimas semanas, es la palabra arancel". Es una frase que ha repetido varias veces durante su campaña electoral Donald Trump. Su triunfo, aunque parezca geográficamente lejano, podría repercutir en la economía extremeña en forma de aranceles en sectores como el vino, el aceite o la aceituna. Ya pasó en su anterior mandato, con un recargo a estos productos, que llegó hasta el 35% en el caso de la aceituna. Con Biden bajó al 31% y así se mantiene actualmente. Ahora Trump, en su regreso a la Casa Blanca previsto para enero, ha prometido un arancel universal mínimo de entre un 10 y un 20%. La duda es si ese 10-20% será un nuevo incremento del gravamen que ya existe a los alimentos extremeños.
Los planes proteccionistas de Trump ponen en alerta al campo extremeño
Especialmente al sector de la aceituna, que ya sufrió los aranceles en su primer mandato. "Lo que ha anunciado Trump de subir que se van a subir los aranceles de un 10 a un 20%, si se quedara en un 20% pues casi sería menos que la anterior vez que se hizo, pero si le sumas un 10% al 31% que tenemos ahora, estaríamos hablando de que el mercado estadounidense no compraría aceituna nuestra", señala Cristian Gómez, secretario de la Asociación de Olivareros de Manzanilla Cacereña. Los productores de aceitunas, especialmente la que se trata industrialmente como negra oxidada o estilo californiano, están preocupados. "Nosotros tenemos una preocupación enorme porque con la subida de aranceles, pues lógicamente nos va a repercutir en nuestro precio", explica el productor Javier Simón.
En 2019 empezaron a aplicarse aranceles también al aceite de oliva
Desde entonces la exportación desde Extremadura se había desplomado. En 2022 sólo alcanzó los 29 mil euros, cayendo un 75% según el Instituto de Comercio Exterior. En 2023 había comenzado a recuperarse y se acercaron a los 200 mil euros.
Las del vino superan el millón y medio de euros, creciendo incluso en los últimos años, pero el sector mira con recelo lo que pueda pasar a partir de ahora. "Los aranceles a los productos vitivinícolas hace que sea menos atractiva la importación y puede ser que no sigan importando o que baje la cifra", lamenta el gerente de Bodegas Romale, Diego Rico.
A Apag Extremadura Asaja le preocupa la respuesta que de Europa." Por las políticas que aplican los burócratas europeos porque siempre somos los más perjudicados y nos utilizan como moneda de cambio en todas las transacciones que hay a nivel internacional", explica su presidente Juan Metidieri.
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