Raquel Sánchez sabe que Extremadura es uno de los territorios a los que debe mimar en la gestión de su triple cartera de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Estos días ha vuelto a reconocer que la región tiene un "déficit histórico" en infraestructuras. Por eso, ante la accidentada primera semana de puesta en servicio del remozado Alvia y de la nueva plataforma de la línea Badajoz-Plasencia, no se cansa de pedir perdón a los extremeños.
En la entrevista realizada con Sherezade Mateos, Directora de Contenidos y Medios de Canal Extremadura, lo vuelve a hacerlo al poco de comenzar su primera respuesta: "Quiero aprovechar para pedir disculpas a los extremeños y a las extremeñas por las incidencias que sufrieron los primeros días y las primeras semanas", confiesa, para asegurar después que se han "volcado" en reducirlas, para lo que "no vamos a escatimar en recursos". "Hicimos más de 8.000 kilómetros de prueba con el tren, y no se detectaron los fallos que después se produjeron", lamenta la ministra. Ante las diferentes protestas de organizaciones sociales y partidos políticos prevista en torno al Día de Extremadura, Raquel Sánchez recuerda que "tenemos un tren muchísimo mejor que cuando llegamos en 2018; somos conscientes que la puesta en marcha del tramo Badajoz-Plasencia fue un punto de inflexión, pero nos queda todavía mucho trabajo por hacer".
"Hicimos más de 8.000 kilómetros de prueba con el tren, y no se detectaron los fallos que después se produjeron"
Nuevos proyectos
Y a partir de ahí, Raquel Sánchez mira al frente. A la reunión mantenida este viernes con los representantes del Pacto Social y Político por el Ferrocarril traía varios anuncios consigo. El más importante, la decisión de electrificar la línea convencional entre Madrid y Plasencia. Es decir, acelerar la electrificación de la línea ya construida ante la incógnita de cuándo se pondrá en servicio y se electrificará los tramos entre Plasencia y Talayuela y, sobre todo, cuándo comenzará a construirse la plataforma entre Talayuela y Madrid.
De esta forma, yendo hasta Plasencia por la nueva doble vía electrificada (prevista para el primer semestre de 2023) y siguiendo hasta Madrid por la vía antigua y única pero también electrificada, se podría llegar desde Extremadura a Madrid en alta velocidad en un horizonte temporal mucho más cercano. "Será una electrificación complementaria a la línea en la que ya se está trabajando", aclara Raquel Sánchez, para alejar así los temores de que electrificar la línea antigua suponga, tácitamente, renunciar a la construcción de la nueva en el tramo manchego. "Cumplimos con lo que prometimos en ese tramo de Madrid-Oropesa: en agosto hemos remitido a evaluación ambiental el estudio informativo".
"Vamos a estudiar la posibilidad de construir una estación pasante en Plasencia una vez que la línea esté electrificada, las reivindicaciones tienen sentido
También hay novedades para los placentinos, decepcionados por tener que viajar hasta la estación de Monfragüe para coger el nuevo Alvia. "Vamos a estudiar la posibilidad de construir una estación pasante en Plasencia una vez que la línea esté electrificada, las reivindicaciones tienen sentido, esperamos que pueda ser una realidad", explica.
Una línea que, desde el principio, se pensó para unir Madrid y Lisboa. Sin embargo, la crisis de 2008 comenzó a disolver la unión ferroviaria de las dos únicas capitales europeas vecinas que no pueden viajar por tren en un trayecto directo. Para volver a impulsar esa conexión, la ministra de Transportes quiere reunirse con su homólogo portugués en las próximas semanas "para reafirmar a nivel político los trabajos desde el punto de vista técnico, porque la conexión de Extremadura con el puerto de Sines será muy importante para la región".
Sin embargo, en ninguno de estos tres compromisos se dan fechas. "Es pronto para hablar de fechas, los extremeños están cansados de oír hablar de fechas que luego no se cumplen, lo que queremos es ofrecer certidumbres", asegura la ministra.
Más allá del tren, Sánchez recuerda la autorización para licitar el primer tramo de la autovía entre Badajoz y Cáceres. Se comenzaría a paliar así otra singularidad extremeña, la única región que no tienen unida por autovía sus dos capitales de provincia.