La Comisión de Salud Pública ha acordado ampliar a la población entre 18 y 40 años de edad la dosis de refuerzo de la vacuna contra la COVID-19 y adelantar de seis a cinco meses el intervalo entre el segundo pinchazo y el tercero.
La inoculación de las dosis de recuerdo se van a seguir administrando, como hasta ahora, por franjas de 10 años, hasta llegar a los 18. Asimismo, se ha decido acortar un mes el tiempo que debe transcurrir entre la administración de la segunda y la tercera dosis. La ministra ha justificado esta decisión explicando que es en ese periodo donde se empieza a apreciar la pérdida de eficacia del medicamento.
Sin embargo, hay expertos, como el virólogo extremeño José Antonio López, que discrepan de esa visión. A su juicio la tercera dosis es muy conveniente para personas mayores e inmunodeprimidas, pero para el resto es suficiente con dos. El profesor de la Universidad Autónoma de Madrid considera que esos viales adicionales deberían destinarse a los países donde la vacunación va más lenta, que es precisamente donde se originan las variantes más peligrosas.
En lo que sí que coinciden todos los expertos es en la necesidad de vacunar a quienes todavía no lo han hecho.