”Si acaso nuestro amor de nuevo fracasara, tú sabes que sería lo peor que nos pasara" cantaba Gianni Bella en 1977. 'Non si può morire dentro', pero que se lo digan a Antonio. Un valeroso guerrero, triunviro de Roma y curtido en mil batallas ¡vencido por las flechas de Cupido! Le costó, es cierto. El hijo de Venus falla el tiro un par de veces (a ver, el muchacho va con una venda en los ojos y, claro, yerra) mas en un descuido: puntería. 'El Grande' cae derrotado.
"Lo que hubo entre los dos no se hizo en un momento. A ti no te compré, por eso no te vendo", prometió muchos años después el cantante italiano. Pero Cleopatra era egipcia y sus lágrimas de cocodrilo. Así, al menos, la escribió Shakespeare y la parieron Vicente Molina Foix y José Carlos Plaza. Ana Belén hizo el resto. Loca de celos, de miedo, de rabia. "¡¡La tres veces puta!!", grita el texto. Ella era sol y fuego. Él, honestidad y mesura. 'Yo soy lo que soy, pero incitado por Cleopatra".
"Tú, tristemente tú...", suspira Bella en mi memoria (mi padre es culpable de que me sepa la letra). Y lo mismo podría haberles dicho anoche Lluís Homar a la faraona, a Enobarbo, a César. La honestidad se paga cara. Oliendo el peligro, las ratas son las primeras en abandonar el barco. Hay corderos que son lobos. Y el amor sí mata.
"Por eso, Antonio,no sigas a su lado. Tu demonio, ese espíritu tuyo que te custodia, es noble, valeroso, inigualable", le advierte Mardian (¡qué preciosidad de eunuco!), pero él, irreductible, prefiere perder antes que hacer trampa. "Abrázame también, no importa que nos vean" (la melodía). Y vuelve. Y naufraga.
El Teatro Romano navega hasta el domingo por el tormentoso amor de 'Antonio y Cleopatra'. De Roma a Alejandría, de allí a Partía, a Accio, a Roma de nuevo. José Cobertera (Eros) casi se marea.
"Tú, ¿qué me ocultas tú?", sigue la canción. Si lo supiera... Si lo supiera, otro gallo habría cantado a César. Ese niño insolente y bravucón, por mucho que fundara Augusta Emérita. Reunión de pastores, oveja muerta (esto es de mi abuela). Y el mundo entonces era tan chico...
"Que se han de aprovechar todos los minutos. Después nos pesarán si no vivimos juntos". Sí, sí "se può morire dentro".
Gianni, no tienes ni idea.