Siete personas han fallecido en lo que va de año en aguas extremeñas. Ningún mes se libra de la estadística.
En tarde-noche del 31 de enero era localizado el cadáver de una mujer a unos 200 metros del Puente Real de Badajoz, en la margen derecha del Guadiana.
El 12 de febrero aparecía el cuerpo de un joven de 19 años en el río Ruecas a la altura de Hernán Cortés. El fallecido había estado pescando durante la noche. Era conocedor de los peligros de la zona porque, según los vecinos, dos años antes había presenciado el ahogamiento de dos personas.
El 21 de marzo fue una jornada trágica. En el Guadiana, a su paso por Badajoz, los GEOS encontraron el cuerpo de un niño de 13 años. Se le había perdido la pista el día antes, mientras se bañaba en la zona de Las Chispitas junto a otros amigos, también menores de edad.
Ese mismo 21 de marzo, en Plasencia, se halló también el cadáver de un hombre en las aguas del río Jerte. Lo localizaba un perro especializado tras diez días de búsqueda.
Y el 10 de marzo, en el embalse de Baños de Montemayor, se rescataba el cuerpo sin vida de un hombre que se encontraba en el interior de un vehículo hundido en sus aguas con el techo hacia abajo.
Dos días desaparecido llevaba un hombre de 74 años en Logrosán, cuando la Guardia Civil localizó su cuerpo en una charca, cerca de la parcela que solía frecuentar.
El cuerpo recuperado este domingo en el embalse de Valdecañas es el séptimo en lo que llevamos de 2024 en la región.
Encuentran un cuerpo sin vida en la zona del embalse de Valdecañas donde desapareció un hombre la noche del sábado