Cambia la tendencia en la venta de mascarillas. Ahora compramos más mascarillas quirúrgicas e higiénicas y menos FFP2. Además, también las adquirimos en cantidades más pequeñas. La previsión de que puedan dejar de ser obligatorias en exteriores, que podría llegar en julio, es uno de los motivos. Pero también el avance de la vacunación, las altas temperaturas o la llegada de las vacaciones escolares.
Alcar Suministros y Droguería Cabezudo son dos de los establecimientos de la región que, durante el último año, han vendido miles de mascarillas mensualmente. De momento, dicen, mantienen las ventas, aunque han notado algunos cambios. Según Yolanda Cabezudo, "los mayores empiezan a usar las mascarillas quirúrgicas o higiénicas porque hay muchos ya vacunados. Y para los niños, se están llevando FFP2 justas para acabar el curso. Para las piscinas y el verano en general, con más tiempo al aire libre, se llevan también las más ligeras".
Lo que parece que no cambia son los precios. Los establecimientos aseguran que el beneficio en la venta al público es ya muy ajustado. Por ejemplo, en Alcar Suministros, vende las higiénicas entre 7 y 9 céntimos; las quirúrgicas, en torno a los 15 céntimos, y las FFP2, entre 40 y 60 céntimos, en función de la cantidad que se compre. Su responsable, Alfonso Galán, asegura que bajarlos más es complicado y recuerda que, al principio de la pandemia, incluso las más básicas costaban más de un euro.
Stock
Galán reconoce, sin embargo, que sí que están recibiendo continuamente ofertas de los proveedores. "Hay algunos proveedores que tienen millones de mascarillas en stock y prefieren darles salida a precio de costo que quedarse con ellas. Porque están viendo que la demanda va a bajar", matiza.
Desde Pi Medical, la fabrica de mascarillas que se inauguraba en Don Benito hace un año, aseguran que mantienen la producción normal, entre 200.000 y 300.000 mascarillas diarias y, por ejemplo, las infantiles ya las tienen vendidas. "Somos de los pocos que fabricamos mascarillas quirúrgicas infantiles. Tenemos la producción completa de junio y julio vendida y ya trabajamos con las grandes cadenas, a las que surtimos, el mes de agosto y la vuelta al cole", asegura su responsable Francisco Sánchez.
Sánchez se muestra convencido de que, aunque dejen de ser obligatorias, buena parte de la población las seguirá utilizando. "Quizá no para pasear solo o con tu familia, pero sí si están en un sitio con mucha gente o tienes que entrar, por ejemplo, en un ascensor o en el baño de la piscina", matiza.