La plaza de Torrejoncillo debía haber estado abarrotada este 20 de abril. Pero el confinamiento no ha impedido que los vecinos celebren la Romería de San Pedro, por lo atípico ha sido muy especial. No han podido ir a misa pero sí han rememorado el paso de Las Cruces, eso sí, desde casa. Compartiendo buenos momentos con los de al lado a través de balcones y terrazas.
Y claro, no ha faltado la buena comida, que esta vez no han degustado en la pradera pero sí en buena compañía. Tampoco ha habido carrera de cintas pero no se han quedado sin baile.
Porque como los torrejoncillanos dicen, la actitud es lo que cuenta, y el año que viene la Romería de San Pedro volverá a tener todo su sentido.