El intenso calor que estos días azota Extremadura lo notan, y mucho, aquellos trabajadores cuyos trabajos son al exterior, como por ejemplo la construcción, el campo o la hostelería. A partir del martes entra en vigor el horario de verano con jornada reducida para algunos sectores. Otros, sin embargo, ven como la carga de trabajo incrementa y deben aumentar sus jornadas bajo el sol en estos días con los termómetros marcando récords.
Conocemos el caso de Eric. Él es pintor y, con estas temperaturas se ha visto obligado a adelantar el horario laboral para poder parar en las horas de calor más extremo. Arranca su jornada cuando despuntan los primeros rayos de sol y, de este modo, la salida también es mucho antes de lo habitual.
Precisamente, el martes comienzan las jornadas reducidas en el sector de la construcción. Los sindicatos piden que el horario de verano se adapte a la climatología y no se imponga en la segunda quincena de julio, como hasta ahora.
José trabaja en el campo , durante este fin de semana, aprovecha para poner a punto una parcela familiar de tomate. Con la recogida a la vuelta de la esquina, queda tarea por hacer, y las necesidades de este cultivo tampoco entienden de días de calor. José nos cuenta que, durante estos meses, debe acudir a inspeccionar el cultivo cada día para regar y comprobar que el sistema de riego no haya sufrido daños por el calor.
Tampoco entiende de calor el trabajo en la hostelería. Con la llegada de las vacaciones y el aumento del tiempo de ocio, en zonas de baño como Proserpina aumentan los bañistas y con ellos la clientela en los bares y restaurantes.
Un calor, que durante estos días, se convierte en compañera de trabajo de muchos extremeños. Por ello es necesario extremar la precaución.
Toda Extremadura se mantiene este lunes en aviso naranja por calor