Una novela del escritor extremeño Fernando Lumbreras difunde hechos históricos bastante desconocidos a nivel popular ocurridos en Cáceres en 1936, al comienzo de la Guerra Civil, a donde llegó un importante destacamento de tropas alemanas con 41 carros de combate Panzer para apoyar a las tropas de Franco.
Lo hace en su última novela, "Operación Drohne. Nazis en Cáceres", que acaba de ver la luz.
En una entrevista con Efe, Lumbreras (Cáceres, 1963), un abogado afincado en Sevilla, aclara que ni es historiador ni pretender serlo, ni tampoco escribir novela histórica, y califica su relato de "intimista".
Su libro parte de una ficción, la búsqueda de una cacereña y un alemán que se enamoraron en el transcurso de la Operación Drohne (zumbido), para montar un relato centrado en las ideas y los sentimientos de los personajes, sus interrelaciones, y en el vuelco que dan sus vidas, y para ello se apoya en hechos reales.
En su perfil de twitter ha publicado un video para promocionar el libro.
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— Fernando Lumbreras (@FLUMBRERASG) December 11, 2020
El 7 de octubre de 1936 llegó un destacamento de militares de la Wehrmacht con abundante material bélico a los castillos de las Arguijuelas de Cáceres.
En una charca del castillo de Arguijuelas de Arriba el padre de Lumbreras tenía permiso para pescar y, a pesar de lo familiar que ha sido el lugar para el escritor desde que era niño, no conocía esta historia.
Se topó con ella de forma casual, cuando hace tres años se documentaba para otra novela, y fue toda una sorpresa para él, ya que los hechos sí son conocidos de los historiadores, aunque no por la gente de la calle.
Carros de combate de Hitler
Entre primeros de octubre y finales de diciembre de 1936 llegaron a los castillos 41 carros de combate, 20 cañones anticarro, ocho cañones de 20 milímetros, diez camiones todoterreno, 45 camiones de carga, seis camiones taller, 19 portacarros, 18 motocicletas y 11 automóviles ligeros, al margen de armas ligeras y abundante munición.
Todo partió de una reunión en Italia en la que participaron los militares alemanes Canaris y Warlimont y el italiano Roatta.
Warlimont y Roatta viajaron luego en barco hasta Tetuán y de allí a Cáceres en avión.
A primeros de septiembre se reunieron con Franco en Cáceres y emitieron sendos informes a Berlín y Roma y en menos de un mes llegó el destacamento alemán.
El transporte fue en dos mercantes, con 307 soldados alemanes a bordo que viajaban como turistas, que llegaron al puerto de Sevilla cuando ya había sido tomado por los sublevados.
El desplazamiento prosiguió en tren hasta Aldea del Cano (Cáceres), muy cerca de los castillos.
En esa zona los soldados del bando nacional aprendieron tácticas y recibieron formación sobre el uso de cañones.
Amor entre un alemán y una cacereña
Lumbreras se apoya en estos hechos para narrar una historia de ficción. Tras la caída del muro de Berlín un padre va con sus dos hijos a pescar y estos conocen el amor que surgió en 1936 entre un alemán y una cacereña.
A partir de ese momento se inicia una investigación para saber qué fue de esos enamorados y los pormenores de la operación militar.
Lumbreras, que señala que es un relato "muy cinematográfico" por su gran afición a la gran pantalla, ya que se crio en frente del cine Astoria, al que iba muy a menudo, cuenta otra historia muy desconocida en Cáceres.
Durante la presencia de los soldados alemanes en la ciudad, dos de ellos sufrieron un accidente con una motocicleta con sidecar.
Uno murió en el acto y el otro cuatro días después en Alemania, a donde le había trasladado, y en su homenaje nació la Avenida de Alemania.