Cómo nos lo íbamos a imaginar. La Semana Santa del 2020 ha sido una Semana Santa inédita. Sin procesiones, sin misas y sin salir a la calle. Extremadura no pudo disfrutar este año de la Procesión Magna ni el Cristo Negro de Cáceres. Tampoco de "Los Empalaos", ni de la "Pasión Viviente" de Oliva de la Frontera. Tampoco de la "Carrerita" de Villanueva de la Serena o el "Vía Crucis" de Mérida.
Pero aunque la semana de la Pasión haya sido más que nunca la semana del recogimiento, Extremadura ha vivido y ha sentido su Semana Santa. Cómo lo íbamos a imaginar.