En 1992, la Organización Mundial de la Salud reconoció que la fibromialgia era una enfermedad. Este jueves se celebra su día mundial. Una efeméride que pretende dar visibilidad a quienes la padecen.
Actualmente, en Extremadura, 30.000 personas padecen esta enfermedad. La mayoría de ellas son mujeres. Se trata de una afección crónica que causa dolor en todo el cuerpo, fatiga y otros síntomas.
Una enfermedad que, en algunos casos, tiene difícil diagnóstico. Es el caso de Marisa. A ella le costó cuatro largos años obtenerlo. Se lo dio una reumatóloga a través de una videollamada. "No se va a morir de esto, pero se va a morir con esto", nos cuenta que le comentó la doctora. Y es que todavía no existe un tratamiento específico para este tipo de pacientes.
"Debería tener un tratamiento, que todavía no lo tenemos. Ahora mismo nos estamos medicalizando con antidepresivos, ansiolíticos, calmantes", asegura Marisa. Por ello, los pacientes que sufren fibromialgia reclaman mayor visibilidad y piden tener los mismos derechos que cualquier otro enfermo.
Conocemos otro caso, el de Alicia. Ella tiene 43 años y estuvo ocho meses sin salir de la cama antes de recibir su diagnóstico, hace un año. "Realmente, no me he dado cuenta de lo que tenía hasta hace poco, pero lo llevo arrastrando desde hace mucho", nos cuenta. Su vida ha cambiado, ha tenido que dejar su trabajo, de viajar, de salir con sus amigas, se ha tenido que mudar de casa y sus padres se han convertido en su principal apoyo.
Una lucha, la de Alicia, la de Marisa y la de miles de extremeños para conseguir que estas enfermedades dejen de ser invisibles.